El Rottweiler es una raza admirada por su combinación de inteligencia, fuerza y carácter equilibrado. Entre sus fortalezas destaca su instinto protector, que lo convierte en un excelente guardián familiar. Además, su inteligencia y capacidad para aprender lo hacen ideal para tareas como búsqueda, rescate y trabajo policial. Este canino es también un compañero cariñoso y leal que, con una socialización adecuada, se lleva bien con niños y otros animales. Su robusta complexión física y resistencia son características que lo hacen destacar en actividades deportivas y de entrenamiento.
Un Rottweiler de exposición debe cumplir con estrictos estándares establecidos por la FCI. Los jueces evalúan aspectos como la estructura corporal, el movimiento, la proporción entre cabeza y cuerpo, y la calidad del pelaje. Además, se considera su temperamento, que debe reflejar confianza y estabilidad. La dentadura, la alineación de las patas y la cola también son elementos críticos. Los ejemplares con marcas fuego bien definidas y una postura imponente suelen destacarse en las competencias, siempre que también demuestren obediencia y buena socialización.
Aunque son perros robustos, los Rottweiler son propensos a ciertas enfermedades hereditarias, como la displasia de cadera y de codo, problemas cardíacos y torsión gástrica. También pueden desarrollar enfermedades oculares como cataratas. Es fundamental realizar chequeos veterinarios regulares y pruebas genéticas antes de la cría para reducir la incidencia de estos problemas. Una dieta balanceada, ejercicio adecuado y una buena higiene son medidas clave para mantener su salud óptima y prevenir complicaciones.